DESOCUPACIÓN Y POBREZA
Los beneficiarios de los planes sociales de San Luis seguirán todo el año por debajo de la línea de indigencia
El aumento otorgado por el Gobierno provincial ni siquiera alcanza para superar lo que se necesitó en enero, de acuerdo a lo que marca el Indec.
Los ingresos de los beneficiarios de los planes sociales de San Luis no lograrán a lo largo de todo el 2022 superar la línea de la indigencia.
Esta realidad se desprende del reciente anuncio que hizo el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá. La actualización del 16% a partir de marzo que se estirará al 46% dentro de diez meses, los deja indefinidamente rezagados. Estarán siempre detrás sin chances ni siquiera de empardar.
El aumento a la masa de estatales, empleados y beneficiarios de planes, se pagará en cuatro tramos: marzo 16%, junio 10%, septiembre 10% y diciembre 10%.
El Indec informó que una familia de cuatro miembros necesitó en enero $34.333 para no caer en la indigencia de acuerdo con el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que aumentó un 4,2%.
La remuneración actual de bolsillo del Plan de Inclusión es de $22 mil. Con el 46%, en diciembre se elevará a $33.600. Sin embargo, hay que descontar el aporte que realizan a la obra social de Dosep y quedarán $32.100 de bolsillo.
En una situación más precaria se encuentran los que perciben la becas 22AG; la suma actual es de $8800 y subirá a $12.800 en el último mes del año.
Por su parte, los Jóvenes líderes reciben por sus tareas $18.200 y subirá a $26.500.
Por otro lado, un grupo familiar de cuatro personas necesitó un ingreso mensual de $78.624, para no ser considerado pobre, según el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que subió en ese mes 3,3%.
En ese contexto el Gobierno de Rodríguez Saá acaba de mandar a la Legislatura otra Ley de Inclusión Social que deja sin efecto el marco legal que regula los planes y abre las inscripciones en forma masiva ya que deja en condiciones de ingresar a quienes no tienen ingresos formales registrados.